martes, 24 de abril de 2012

William Steig ¿Demandaría a Lanata por plagio?

¿Limites, Censura o Represión?

En estos días, en que: 

• Alberto Fernández es consultor independiente con contrato….
• Cristina es estigmatizada …..en sus decisiones personales ….nominándola :   La Reina del Botox…..
• Lanata  amenaza a un empleado diciéndole: “Te saco hasta en el Billiken” …(pensé con preocupación , …… si en el caso de "sacarlo" a él , en la revista infantil, los representantes del fallecido William Steig, creador Shrek demandarían por plagio ……de cara)


¿Cuánto hemos evolucionado , en la peligrosa escala de confundir

Límites
Censura
Represión

en el contexto de poder decir todo lo que nos place?

Trataré de  recordármelo a mí misma….en voz alta…..con Uds

Límites: 
La palabra “Límites”, me trae  a la memoria una reunión en el colegio de mis  hijos, a la que asistí como madre escolar primeriza, en un momento en el cual, frente a  hechos de indisciplina que habían acontecido por ese entonces en un viaje de fin de curso,  se convocó  una masiva reunión de padres, en donde la psicopedagoga del Colegio nos dijo:
“Los padres de la década del 70, somos responsables por los adolescentes que hoy tenemos. Los hemos criado con  el carma de que ”Los límites son represión”…”Pues bien, a partir de ahora, y con gran sentido de autocritica  hacia un pensamiento, que  yo misma he propiciado en este colegio, lo voy a cambiar. Mi lema, a partir de hoy, el que guiará todos los actos de contención hacia sus hijos será: “Los límites son protección”…Al padre que no le guste, o lo interprete como censura, o represión,  saque ahora mismo a  los chicos de este colegio…….”

Censura:
Todos hemos escuchado estos días a Eduardo Galeano.
Seguramente muchos, al escuchar su lucidez, creciente con los años, han sentido  una sana envidia  de este “sentipensante”. También la nostalgia de releer párrafos de Las Venas Abiertas de América Latina. 
Este libro de Galeano, estuvo 7 años prohibido, como tantos otros: 
Un elefante ocupa mucho espacio, el libro de Elsa Bornemann, fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional "Hans Christian Andersen", otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. Un año después era prohibido en la Argentina. 
El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl 
El pueblo que no quería ser gris, de Doumerc y Barnes 
El Principito , de Antoine de Saint-Exupéry
Todos, censurados, porque se consideraba que vulneraban el poder arbitrario, la obediencia incuestionable, el fomento del prejuicio y porque inculcaba las decisiones colectivas para la vida ciudadana. Todos ……aunque su propósito fuera la exaltación de los valores humanos más puros y trascendentes, la amistad, el amor, la justicia, la ternura, la comprensión, la humildad, la sencillez, la lealtad, la solidaridad…….como así también:  la incomunicación, el poder ocioso, la falta de imaginación, la soledad egoísta.

Represión
Rescaté para Uds., una lectura  que siempre me impresionó.
Se trata de un comentario  que data de 3 años, de Norberto, para sus lectores, “Nunca Más” oriundo de Rosario, Santa Fe.
Lo elijo para compartirlo con Uds., por la veracidad absoluta de sus citas, por la autenticidad de cada hecho mencionado,  y por sobre todo, por la forma inteligente en que logró resumirlo. Al igual que el autor de este relato, documento mi pensamiento en la misma fuente : Haber vivido en esa época funesta para poder contarlo. 

“Las prohibiciones artísticas funcionaban en forma de "listas negras"; quienes figuraran ahí no podían publicar sus escritos, grabar discos (cuando se les permitía, esos discos y libros se caratulaban como "de exhibición limitada", cosa que terminaba impidiendo su venta). Uno de esos autores incluidos en las listas negras (que eran públicas) fue Antoine de Saint-Exupéry, de ahí que fuera difícil, aunque no imposible, conseguir sus libros. Otros artistas incluidos fueron Víctor Heredia, Mercedes Sosa, Jorge Cafrune .

En Córdoba se prohibió la enseñanza de las matemáticas modernas (en especial la teoría de conjuntos), porque el general Menéndez las consideraba "subversivas".

El pelo largo en general era mal visto; si uno caía en una razzia y tenía el pelo largo, lo "pasaban por la cero" (una máquina para cortar el pelo bien al ras). 

No tener documentos en la calle era una garantía de ir preso y posiblemente de ser torturado con picana o con algo peor.

Como la Constitución Nacional fue reemplazada por unas "Actas del Proceso", de modo que todos los derechos y garantías constitucionales fueron limitados o suprimidos, como el de reunión pública que quedó limitado a no más de tres personas; un grupo de cuatro personas en la calle ya era motivo para un detención.
Las razzias policiales (con intervención de personal militar) eran frecuentes; consistían en levantar por la calle gente al azar (casi siempre ocurría los sábados a la noche) y llevarlas a una comisaría para que pasaran la noche ahí (como forma de intimidación, se obligaba a la gente a sentarse en el suelo sin poder recostarse; quien lo hacía o quien se dormía corría el riesgo de ser "interrogado", cosa que solía incluir torturas físicas y psicológicas, hasta simulacros de fusilamiento).

Estaba absolutamente prohibido hablar sobre el comunismo, aun en sus aspectos teóricos o históricos; esto llevó a que profesores y estudiantes de Filosofía y Letras no pudieran siquiera mencionar a Marx. (Saltear a Marx en la historia de la Filosofía es muy difícil.)

Estaba prohibida toda actividad política y toda reunión partidaria (los partidos políticos fueron disueltos el 24 de marzo de 1976); aunque no había penas establecidas para quienes transgredieran esa prohibición, no era imposible que esas personas terminaran desaparecidas. 

Los derechos de los trabajadores (Art. 14 bis de la Constitución Argentina) fueron expresamente suspendidos.
La actividad sindical fue prohibida; los sindicalistas fueron perseguidos. 
Se suspendió la vigencia del Estatuto Docente. 

La Corte Suprema de Justicia fue destituida; los jueces del Proceso tenían explícitamente prohibido dar lugar a recursos de amparo o hábeas corpus.

Toda escena de sexo estaba prohibida en el cine, por ingenua que fuera; el famoso censor Néstor Paulino Tato revisaba fotograma por fotograma y tiraba películas enteras a la basura (cosa que le convenía mucho a Uruguay, ya que los argentinos se iban a ver a Montevideo las películas que no podían ver aquí). Una curiosidad: se supo mucho después que Tato (que sabía muchísimo sobre cine y que admiraba a muchos directores que él mismo censuraba) usó muchas veces su poder para ayudar a que familiares de desaparecidos supieran dónde estaban detenidos cuando estaban con vida; también ayudó voluntariamente a liberar alrededor de veinte personas desaparecidas. 

El  estado de sitio fue declarado por la presidenta de iure María Estela Martínez de Perón en noviembre de 1974, creo que con razones valederas (conmoción interior por ataques terroristas y sublevaciones militares); eso es casi lo único que no hizo el desgobierno del Proceso 1976-1983, aunque no es tanto.

La  lista de prohibiciones es interminable porque los militares del Proceso no contaban con un sistema judicial propiamente dicho (tampoco con un Poder Legislativo, por supuesto); entonces podían legislar e imponer prohibiciones de forma discrecional, a veces de forma fehaciente (decretos del P.E.N. que no necesitaban ser aprobados por nadie más) y a veces de forma consuetudinaria (no escrita). Por ejemplo, la "ley" del pelo largo no estaba escrita en ninguna parte, pero se aplicaba en las comisarías como si fuera una norma fehaciente. De este modo, nadie podía saber muy bien qué estaba prohibido y qué no lo estaba; por las dudas, todo el mundo trataba de no hacer nada que pudiera molestar al gobierno (casi en eso consiste el terrorismo de Estado).

Los militares del Proceso aumentaron la deuda externa de 4.700 millones de dólares en 1976 a 330.000 millones de dólares en 1983 (sí, 330.000 millones), destruyeron la industria nacional, perdieron una guerra, torturaron y ejecutaron a miles de argentinos acusados de "subversivos" sin juicio ni defensa, y muchas atrocidades más.
Fuente(s):
Haber vivido esa época funesta






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